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mayo 06, 2003

Primero Bogotá, depues... el mundo
Con mucha satisfacción supe de la realización del viaje académico a Bogotá por parte de nuestros estudiantes. El programa que ya se había realizado en anteriores años había dejado de hacerse y este es el primer grupo que viaja desde hace unos ocho años, también tenía su versión para la ciudad de Cali, ambas muy interesantes para todos en muchos y distintos aspectos. Espero que se repita y que la Escuela siga apoyando este programa como parte definitiva del aprendizaje universitario. Para muchos fue su primer salida de Medellín, su primer momento fuera de casa y su primer encuentro con otra ciudad que no es cualquiera sino la capital, pero eso no es lo importante. Además de lo evidente de la visita a los lugares de interés, el encuentro con otros estudiantes. Hay un logro mayor, o tan importante como el visible: el viaje como fin, el viajero y sus compañeros hacen del viaje en sí, algo más valioso que el destino y el itinerario programado. (Los itinerarios siempre son imposiciones que el viajero termina rechazando).

En tiempos en que escuchamos hablar de estar en el mundo por medio de la Red, en tiempos que en que nos han hecho creen que con un clik el ratón o del control de televisión podemos pasar de Ámsterdam a Cartagena y así conocer el mundo; el viaje verdadero, con maleta, con retrasos, con despedidas y retornos se hace imprescindible. Dudo que algún viajero consumado (no por la cantidad de sellos que ostenta su pasaporte, sino por la disposición de su espíritu) se crea que estar sentado cómoda o incómodamente en su casa navegando por la Red sea viajar y mucho menos que así se pueda conocer un lugar o una ciudad. Yo nunca he salido de mí país, pero he tenido la fortuna de poder viajar desde pequeña a muchas ciudades colombianas cuando hacía parte de un equipo de natación. Y claro, tengo un gran deseo de viajar de conocer de verdad otro lugar y eso no se logra sino yendo. No hay programa de televisión, ni sitio web, ni realidad virtual, ni libro que sustituya el viaje. Nunca me ha gustado la analogía de la lectura como viaje, leer es fantástico pero ni la guía más apasionante ni toda la literatura inglesa, reemplazan ir la Londres o a Belfast. Conocer una ciudad o un lugar no se logra sólo con un estudio juicioso de su historia o sus costumbres, todos hemos visto una foto de la Torre Eifel, o del puente de San Francisco, o de la Alhambra, pero habrá algo que pueda equipararse a estar allí, caminar por la vera, ver la gente, sentir el clima, el olor del lugar... Yo creo que no, y que dejarnos convencer de que somos ciudadanos del mundo porque todos vemos cnn y porque la moda es igual en New York y en Ibague, es un error.

Hay que salir, hay que viajar pronto y tanto como se pueda, o al menor soñar con viajar. Que es caro, que nos piden visa en medio mundo, que no hay como el hotel mamá, puede ser cierto. Pero una vez se sale y realiza el primer viaje y descubre que el mundo sigue más allá de las montañas o de la línea del horizonte, el viajero puede despertarse y luego no para, bueno no todos lo tenemos pero quienes sí, debemos consentirlo con grandes planes (Bombay, Sevilla, Manila, Wellinton) y con pequeñas realidades (Jardín, Santa fe, Isla Fuerte, Bogotá). Por eso celebro y a los viajeros que han vuelto y que nunca serán los mismos, porque han disfrutado y sufrido lo que es estar en otro lugar y ser extraño, a los que se abrieron a lo distinto y probaron la changüa bogotana como a los que se la pasaron extrañando la arepa y la cama, mis felicitaciones y que no sea la última vez que viajan.

Sitios Recomendados
Después de lo dicho ni modo de presentar sitios de viajes, para ser coherente les presento sitios de ofrecimiento de becas para que no dejen de pensar en el sueño de viajar y qué mejor que hacerlo gratis y de paso estudiar.
De la recién lanzada Universia su sección de becas. Apoyado por la Unión Europea el tradicional Alban.
Para España la dadivosa Fundación Carolina. Para Estados Unidos, también muy generosa la Fundación Fulbrigth. La muy adinerada Agencia Española de Cooperación Internacional AECI, también ofrece becas. Y para terminar con más españoles "generosos" las becas del gobierno y sus distintos ministerios.