noviembre 11, 2003
Bibliotecología y/o biblioteconomía
Las diferencias en la terminología básica de nuestra área son tan comunes que hemos aprendido, con graves, consecuencias a evadirlas: según creamos cuál es la denominación de nuestras disciplinas, leemos biblioteconomía, donde dice bibliotecología; leemos ciencia de la información donde dice librarianship: leemos bibliotecólogo donde dice bibliotecario; leemos documentación donde dice library science y así...
El problema es más grave de lo que parece porque estas profundas y superficiales diferenciaciones tienen a nuestras disciplinas impedidas para ser ciencias y a nuestros profesionales confundidos. Con todo esto el único término que inequivocamente se usa en toda hispanoamerica para nombrarnos es el ya famoso bibliotequé.
Me he dado un paseo por algunos diccionarios generales y especializados y algunas listas de encabezamientos para ver como se encuentra la situación:
Para empezar el diccionario de la RAE, cree mis colegas bibliotecarios de españa han ingresado a una universidad para que las facultades de biblioteconomía les enseñen el "arte de conservar, ordenar y administrar una biblioteca" y que los bibliotecólogos son "personas que profesan o tienen especial conocimiento de la bibliotecología" y que ésta es la "ciencia que estudia las bibliotecas en todos sus aspectos".
Con el DRAE nadie puede estar de acuerdo los profesionales afirmaremos que la biblioteconomía no es un arte y la opinion pública dirá que la bibliotecología no es una ciencia. (y algunos de nosotros tambien)
Ya en la edición en línea la biblioteconomía aparece como "Disciplina encargada de la conservación, organización y administración de las bibliotecas" pero bibliotecología, bibliotecólogo y bibliotecario siguen igual, pobre cambio.
Pero los abogados y los médicos sí estan definidos como "personas legalmente autorizadas para...." Y ya que esta autorización legal requiere un título profesional se entiende que ellos son profesionales, mientras que nosotros o somos "artistas" o científicos de una ciencia que no lo es.
Así que me fui a los diccionarios especializados, primero el clásico Diccionario de Bibliotecología de Domingo Buonocore en su segunda edición de 1976 ofrece estas definiciones:
la biblioteconomía es el conjunto de conocimientos teóricos y técnicos relativos a la organización y administración de una biblioteca;
y la bibliotecología es el conjunto sistemático de conocimientos relativos al libro y la biblioteca.
Para Buonocore entonces la relación entre ambas es la del todo con la parte, es el acuerdo general que existe en América Latina pero sí entendemos que la bibliotecología comprende por un lado el conocimiento de las bibliotecas y por otro el del libro mismo, entonces hay que aceptar que la bibliotecología no es más que la suma de la bibliología y la biblioteconomía. Y eso tampoco nos contenta, ni a los bibliológos.
Heredero de don Domingo es José Martinez de Sousa que le dedica su Diccionario de Bibliología y ciencias afines públicado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en 1989. Martínez tampoco ayuda mucho:
Define la bibliotecología como la ciencia que estudia las bibliotecas, al bibliotecólogo como el experto en bibliotecología y dice que es el mismo bibliotecario títular y sobre la biblioteconomía no hace ningún cambio con relación a la definición de su mentor. Al igual que él plantea que la relación es del todo con la parte, pero acá la parte se parece mucho al todo, porque la bibliotecología no incluye el conocimiento del libro mismo, para eso esta la bibliología que no define como parte de la bibliotecología sino como una ciencia relacionada.
La ampliación que se ha hecho recientemente de entender que las bibliotecas no sólo se ocupan de los libros y que los profesionales al frente de éstas son profesionales de la información y en consecuencia la bibliotecología es una ciencia de la información, lejos de resolver nada complica el asunto, porque los documentalistas entran a terciar afirmando que son ellos los profesionales de la información y que es la documentación la verdadera ciencia de la información, que por algo ellos nunca han hablado de libros, sino de información y tampoco de bibliotecas sino de centros de documentación. Y todo sigue...
Como el asunto sigue sin resolución me pase por las listas de encabezamientos de materia y los tesauros, para ver sí ellos me ofrecían alguna luz. Lo que encontré tampoco es muy alentador y es mejor que lo deje para el próximo comentario.
Qué les parece el enredo?
El problema es más grave de lo que parece porque estas profundas y superficiales diferenciaciones tienen a nuestras disciplinas impedidas para ser ciencias y a nuestros profesionales confundidos. Con todo esto el único término que inequivocamente se usa en toda hispanoamerica para nombrarnos es el ya famoso bibliotequé.
Me he dado un paseo por algunos diccionarios generales y especializados y algunas listas de encabezamientos para ver como se encuentra la situación:
Para empezar el diccionario de la RAE, cree mis colegas bibliotecarios de españa han ingresado a una universidad para que las facultades de biblioteconomía les enseñen el "arte de conservar, ordenar y administrar una biblioteca" y que los bibliotecólogos son "personas que profesan o tienen especial conocimiento de la bibliotecología" y que ésta es la "ciencia que estudia las bibliotecas en todos sus aspectos".
Con el DRAE nadie puede estar de acuerdo los profesionales afirmaremos que la biblioteconomía no es un arte y la opinion pública dirá que la bibliotecología no es una ciencia. (y algunos de nosotros tambien)
Ya en la edición en línea la biblioteconomía aparece como "Disciplina encargada de la conservación, organización y administración de las bibliotecas" pero bibliotecología, bibliotecólogo y bibliotecario siguen igual, pobre cambio.
Pero los abogados y los médicos sí estan definidos como "personas legalmente autorizadas para...." Y ya que esta autorización legal requiere un título profesional se entiende que ellos son profesionales, mientras que nosotros o somos "artistas" o científicos de una ciencia que no lo es.
Así que me fui a los diccionarios especializados, primero el clásico Diccionario de Bibliotecología de Domingo Buonocore en su segunda edición de 1976 ofrece estas definiciones:
la biblioteconomía es el conjunto de conocimientos teóricos y técnicos relativos a la organización y administración de una biblioteca;
y la bibliotecología es el conjunto sistemático de conocimientos relativos al libro y la biblioteca.
Para Buonocore entonces la relación entre ambas es la del todo con la parte, es el acuerdo general que existe en América Latina pero sí entendemos que la bibliotecología comprende por un lado el conocimiento de las bibliotecas y por otro el del libro mismo, entonces hay que aceptar que la bibliotecología no es más que la suma de la bibliología y la biblioteconomía. Y eso tampoco nos contenta, ni a los bibliológos.
Heredero de don Domingo es José Martinez de Sousa que le dedica su Diccionario de Bibliología y ciencias afines públicado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en 1989. Martínez tampoco ayuda mucho:
Define la bibliotecología como la ciencia que estudia las bibliotecas, al bibliotecólogo como el experto en bibliotecología y dice que es el mismo bibliotecario títular y sobre la biblioteconomía no hace ningún cambio con relación a la definición de su mentor. Al igual que él plantea que la relación es del todo con la parte, pero acá la parte se parece mucho al todo, porque la bibliotecología no incluye el conocimiento del libro mismo, para eso esta la bibliología que no define como parte de la bibliotecología sino como una ciencia relacionada.
La ampliación que se ha hecho recientemente de entender que las bibliotecas no sólo se ocupan de los libros y que los profesionales al frente de éstas son profesionales de la información y en consecuencia la bibliotecología es una ciencia de la información, lejos de resolver nada complica el asunto, porque los documentalistas entran a terciar afirmando que son ellos los profesionales de la información y que es la documentación la verdadera ciencia de la información, que por algo ellos nunca han hablado de libros, sino de información y tampoco de bibliotecas sino de centros de documentación. Y todo sigue...
Como el asunto sigue sin resolución me pase por las listas de encabezamientos de materia y los tesauros, para ver sí ellos me ofrecían alguna luz. Lo que encontré tampoco es muy alentador y es mejor que lo deje para el próximo comentario.
Qué les parece el enredo?
